El cáncer de cérvix es el segundo
cáncer más común en las mujeres.
Casi todos los casos de cáncer de
cérvix son atribuibles a una infección
por Virus de Papiloma Humano
(VPH).
La infección por el Virus de Papiloma
Humano es muy común en todo el
mundo y principalmente se transmite por contacto sexual.
Hay más de 100 tipos diferentes de Virus de
Papiloma Humano, pero solo unos 14 son
capaces de producir cáncer.
La mayoría de las infecciones por Virus de
Papiloma Humano se resuelven solas, sin
embargo, si esto no ocurre la persistencia
del virus progresa hacia el desarrollo de
lesiones precancerosas o cáncer, esto puede
tomar décadas.
La Organización Mundial de la Salud recomienda un abordaje completo para la
prevención del cáncer de cérvix que incluye
tamizaje para detectar lesiones tempranamente y vacunación ya que existen vacunas
que ayudan a prevenir las infecciones contra
los Virus de Papiloma Humano que con más
frecuencia producen cáncer de cérvix.1
La mejor manera de protegerse contra el Virus de Papiloma Humano es con la vacuna contra esta enfermedad. Las vacunas contra el VPH funcionan mejor si se administran antes de la exposición al VPH. Por lo tanto, la OMS recomienda vacunar a las niñas de entre 9 y 14 años, cuando la mayoría no ha iniciado su actividad sexual.